Equilibrio entre fuerzas: el privilegio de poder movernos

Imaginemos una hoja de un árbol. ¿Cómo la vemos? ¿De qué color es? ¿Forma parte de un árbol? ¿o está aislada, caída? Al principio la podemos ver verde o marrón.  Si la observamos un momento empezamos a ver los distintos tonos de verde o los ocres y amarillos.

El cuerpo es una entidad compleja, donde él, la mente y las emociones están interconectados.

Los distintos sistemas que lo constituyen actúan en conjunto. La columna cervical está al servicio de otros segmentos: el cráneo, los sentidos, la respiración, del miembro superior; el hombro, el codo, la mano. De las emociones y de las sensaciones. La respiración es una función hegemónica. El cuello está a disposición de la mirada. Los sentidos son los receptores de los estímulos externos. La vista es prioritaria sobre el resto.

¿Qué pasa cuando aparece una restricción que afecta a todo el sistema? Algo interfiere en él y altera la vía de transmisión. Aparece así, un conflicto. Lo que le solicitamos al sistema no está en concordancia con las posibilidades que tiene de ejecución.

Hay transmisión de tensión en el sistema por compensación. Un segmento tiene falta de movilidad y otro se mueve de más. El objetivo será observar las causas que alteran el equilibrio natural. Las tensiones que se producen pueden tener distintos orígenes. Las fuerzas asimétricas generan desequilibrios. Todo esto es interpretado por el sistema nervioso central como una alteración que interrumpe parcial o total la integridad y función de la estructura.

Hablamos de reprogramar la función, liberar ese compromiso que genera una interferencia. La causa de esa falta de movilidad o alteraciones motivo de consulta no siempre está donde está el síntoma. En la persona, además de tejidos y órganos, intervienen un cúmulo de sensaciones, emociones, historia individual, creencias y conductas que condicionan la recuperación. Interpretar que es lo que está ocurriendo dentro de ella es un trabajo conjunto: paciente y fisioterapeuta. Observar la demanda del sistema puede ser el camino a la resolución de ese conflicto.

El segundo paso, será invitar al cuerpo a soltar ese sistema en retracción. Es aquí donde tanto la Reducación Postural Global (RPG) como el Stretching Global Activo (SGA) adquieren protagonismo e intervienen en un proceso de transformación y mejora para reequilibrar dicho sistema. La responsabilidad en el proceso y la integración de la información obtenida durante el tratamiento darán calidad de vida a la persona.

Volviendo a nuestra hoja, que ahora está en el árbol: los estímulos adecuados respetando las condiciones individuales y sus limitaciones serán el nutriente, la SAVIA, que circula en el cuerpo otorgando energía y vigor. El feedback que seamos capaces de establecer con nosotros y con los demás nos refuerza siempre en positivo.

 

María de los Ángeles Ciarelli

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